Agua Buena
Asociación de
Derechos Humanos

San José Costa Rica
Teléfonos: (506) 2280-3548
P.O.Box: 366-2200 Coronado







Necesitas un lugar donde quedarte 
en San José?

Tenemos habitaciones para alquiler, más información aquí.


Patrocina:

 

Artículos

Sección: Nicaragua
Publicado: Junio 2008

Usuarios reciben medicamentos vencidos y ven en peligro la sostenibilidad del TARV

Sostenibilidad del Programa del Tratamiento Antirretroviral en Nicaragua y los eventos de desaba

Por Lídice López Tocón
Junio 2008

Nicaragua ha venido incrementando el número de personas que reciben tratamiento antirretroviral (TARV) desde que el Proyecto financiando por el Fondo Mundial dio inicio hace casi 5 años. Actualmente, de las 1400 personas estimadas que viven con VIH y requieren tratamiento, alrededor de 580 (43%) lo reciben medicamentos y están experimentando los beneficios del tratamiento y el mejoramiento de su calidad de vida.

Sin embargo, la provisión sostenida de los medicamentos dista aún de ser un servicio óptimo, y las explicaciones de esta situación parecen estar en la gestión de medicamentos a nivel nacional.

El Programa de Tratamiento Antirretroviral de Nicaragua actualmente se abastece de medicamentos donados por Venezuela, Brasil, así como de adquisiciones del proyecto financiado por el Fondo Mundial, pequeñas donaciones de ONG internacionales y, en un pequeño porcentaje, por compras con fondos públicos. Aunque ésta situación puede dar la impresión de “abundancia” en cuanto a la provisión de medicamentos, la realidad difiere mucho de este concepto.

Según las evidencias, Nicaragua recibió donaciones que excedieron sus necesidades y capacidades de ejecución y por tanto, los medicamentos debieron ser donados (nuevamente) a los países vecinos de Honduras y El Salvador. Si bien, el sentido común nos indicaría que se hizo lo correcto, la realidad es que estas donaciones excesivas de medicamentos y con plazos de vencimiento muy cortos, obligaron al Sistema de Salud a poner esfuerzos en tramitar segundas donaciones, así invertir recursos en incinerar los excedentes que quedan en sus bodegas.

Otra situación que evidencia la problemática es el vencimiento de los medicamentos antirretrovirales, muchos de los cuales continuaron siendo entregados, como refieren los usuarios y usarías del Hospital de León (provincia ubicada al nor-occidente del país)1, y en otras ocasiones, deben ser eliminados, como sucederá con la provisión de 4000 tabletas de TDF (tenofovir) vencidas en el mes de mayo 2008 en un hospital de la capital2, lo cual significará una inversión de recursos y tiempo para el Sistema de Salud, sea el ente central del MINSA o los hospitales que brindan la atención.

Finalmente, la situación más evidente y que afecta directamente a los usuarios, es la interrupción del tratamiento. A inicios del mes de junio, cerca de 40 usuarios y usuarias del Hospital Roberto Calderón de Managua, que recibían tenofovir como parte de su terapia, recibieron la “mala noticia”, que no había este medicamento en stock y que debían esperar unos días para solucionar el problema, como lo denuncia Bruce Menzies en una carta abierta al Director del Hospital en mención y lo describe fielmente el Doctor Guillermo Porras en un artículo distribuido abiertamente a través del correo electrónico (“Gobierno Criminal con las personas que viven con VIH / SIDA”). La solución no tardó, el país contaba con una pequeña provisión de TRUVADA (que combina Tenofovir DF y emtricitabina), que serviría para aplacar este desabastecimiento. Sin embargo, la dotación de esta combinación no alcanzaría para provisiones de un mes, por lo que los usuarios y usuarias recibirían provisiones fraccionadas hasta que el Ministerio de Salud o el receptor principal del Proyecto del Fondo Mundial hiciera una nueva adquisición de medicamento, lo cual podría dilatar varias semanas.

Buscando explicaciones

Según funcionarios del Componente de VIH y SIDA del Ministerio de Salud, enfrentan serios problemas al recabar la información de los usuarios en tratamiento y tipos de esquemas utilizados en los 15 establecimientos de salud que brindan TARV en el país. Reciben información incompleta o diferente a la solicitada, lo cual les impide estimar adecuadamente la provisión necesaria para cada uno de los hospitales y centros de salud, así como el crecimiento de la población en tratamiento.

Los prestadores de salud, por su parte, señalan que la comunicación, que anteriormente era directa con el Programa de Sida del Ministerio de Salud3, ahora se ha visto trastocada por la intervención del SILAIS, el nivel departamental del Ministerio de Salud, de esta manera, la información demora en llegar a su destino en ambas direcciones. Por otro lado, los y las médicos tratantes señalan que no han sido invitados a participar de reuniones de estimación de necesidades de medicamentos, ni del crecimiento anual de la demanda de TARV.

Aunque ambas versiones parecen confrontarse, la realidad es que son las dos caras de la moneda y la comunicación entre ambos niveles no es la óptima, por tanto se producen situaciones como las que señalamos anteriormente.

Buscando Soluciones

En la actualidad, sea a través de donaciones de países latinoamericanos o de compras con financiamiento del Fondo Mundial, Nicaragua cuenta con recursos suficientes para satisfacer la demanda de medicamentos antirretrovirales a nivel nacional, como fue señalado por la Dra. Sara Moraga en una entrevista con Agua Buena. Sin embargo, las dificultades se presentan al momento de anticipar las necesidades de la demanda y los plazos que requieren los procedimientos de compra a nivel internacional.

Es necesario, entonces, que Nicaragua cuente con un sistema de información que se actualice mensual o semanalmente y que permita anticipar las necesidades de medicamentos del país, así como prever el incremento anual de la demanda de tratamiento en el camino hacia el acceso universal.

Es necesario también que diversos actores involucrados en la atención integral en VIH, así como en la gestión de medicamentos, mantengan comunicación respecto a cambios en los esquemas previstos y necesidades de nuevos medicamentos.

Finalmente, es importante que las ofertas de donaciones por parte de los países aliados u ONG orientadas al acceso a TARV respondan a las necesidades del país; es decir, que haya congruencia entre donantes y receptores. Donaciones excesivas y con plazos de vencimiento muy cortos obligan al país a invertir esfuerzos en incineración o segundas donaciones. Por otro lado, las donaciones de medicamentos nuevos, aún no disponibles en el país de destino, ponen en riesgo la sostenibilidad del tratamiento, ya que en algunos casos estos medicamentos no cuentan siquiera con registro en la autoridad sanitaria local o tienen precios muy altos que exceden las previsiones del país para compras de ARV; en estos casos las donaciones debieran ser garantizadas por lo menos por dos años, como lo establece, por ejemplo, el programa de donaciones de Aid for Aids.

1 Usuarios del Hospital de León señalaron que entre noviembre del 2007 y mayo del 2008, algunos de ellos habían recibido medicamentos vencidos. Al reclamar por esta situación se les dijo que debían tomar los medicamentos porque éstos no podrían desperdiciarse.

2 Personal de Salud del Hospital R. Calderón señalaron que a junio de 2008, tenían en existencia 4000 tabletas de tenofovir que habrían vencido en mayo 2008.

3 A finales del año 2007, la estructura del Ministerio de Salud cambió y el Programa de SIDA como tal pasó a ser un componente técnico asesor: Componente de VIH y Sida, con la intención de que el VIH sea tratado en el Sistema de Salud público como “una enfermedad como cualquier otra”.

 

© 1999-2001 Babroo Producciones
Diseñada y mantenida por Jorge Angulo