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Sección: Honduras
Publicado: Febrero 2008
En Honduras: Mueren misquitos por falta de atención[1]
Por Irina Bandé Donaire*
Prometido desde octubre del 2007, recién en diciembre del mismo año se inauguró formalmente el Centro de Atención Integral (CAI) en el Hospital de Puerto Lempira en el departamento Gracias a Dios, Honduras, donde se encuentra la reserva biológica de La Mosquitia, y cuya única vía de acceso es la aérea. Este CAI tiene una particularidad muy positiva: tratando de reducir la discriminación y el estigma que sufren las personas que asisten a los CAI a nivel nacional, el Departamento de ITS, VIH y Sida de la Secretaría de Salud capacitó a una parte del personal del Hospital de Puerto Lempira para que las personas que viven con VIH y SIDA (PVVS) pudieran asistir a consultas sin ser identificadas.
Sin embargo, la falta de coordinación administrativa de las autoridades locales de salud ha provocado que la atención de los misquitos que viven con VIH se postergue hasta finales de enero del 2008, ya que los dos (2) médicos capacitados tomaron vacaciones al mismo tiempo. Esta situación ha cobrado ya la vida de una persona, habiendo otras seis en estado crítico, según informaron familiares de los afectados. Además, hay que tomar en cuenta que desde que se anunció la apertura de este CAI, se ha movilizado una mayor cantidad de personas que llegan de los distintos Centros de Salud del departamento en estado avanzado de la infección.
UN MUERTO EN LO QUE VA DEL AÑO
El Departamento de Gracias a Dios, según censo poblacional del Instituto Nacional de Estadística en el 2001, cuenta con 67,384 habitantes, el 80 por ciento de los cuales se encuentran ubicados en las aldeas y caseríos. El Hospital de Puerto Lempira ya tiene un reporte de 53 casos de VIH/Sida entre el 2007 y lo que va del 2008, de los cuales ocho han fallecido. Sin embargo, la respuesta desde el sector salud continúa siendo postergada.
No se conoce con certeza el número de defunciones por SIDA en el departamento de Gracias a Dios, pero se sabe que hay un sub registro, dado que muchas de las personas infectadas no tiene medios para movilizarse y mueren en sus aldeas o caseríos; y otra parte de la población conserva sus costumbres relacionadas a los médicos brujos, de quienes esperan una cura milagrosa.
Juan[2], de apenas 25 años, fue derivado por el Hospital de Puerto Lempira para una evaluación neurológica. Sedado con una fuerte dosis de diazepan, subió al avión que lo condujo a Tegucigalpa. Nunca más despertó. Su prima relató que en el acta de defunción se reporta un edema cerebral provocado por una neuro infección a causa del Sida.
A su llegada al aeropuerto de Tegucigalpa fue trasladado en ambulancia Hospital del Torax, y luego se le remitió al Hospital Escuela, donde se le solicitó una tomografía valorada en dos mil quinientos lempiras (US$131), dinero con el que no contaba la familia. Posteriormente, el médico que lo atendió le dijo a la pariente que lo retirara del Hospital “porque de todos modos iba a morir”. Tres horas después, falleció.
El drama continuó. El paciente que pagó dos boletos aéreos por 600 dólares para movilizarse junto con su prima no tenía medios para regresar a Gracias a Dios y ser enterrado. Se realizaron varias diligencias, hasta que la Fuerza Aérea accedió a llevar el cuerpo con sus familiares, cuatro días después de su muerte.
PRUEBAS RÁPIDAS, SIN RÁPIDO ACCESO
El deficiente acceso a Tratamiento Antiretroviral (TARV) en el Hospital de Puerto Lempira está estrechamente ligado a la inexistencia de análisis de CD4 en la zona. Según Norma Artila, del Departamento de ITS, VIH/Sida de la Secretaría de Salud, se declaró desierta la plaza para la contratación de un microbiólogo por no contar con candidatos.
Sin embargo, la ausencia de estos análisis no debe ser una barrera para el acceso a TARV, ya que las evaluaciones clínicas permiten estimar la necesidad del tratamiento, y el país cuenta con los medicamentos necesarios para salvar la vida de estas personas.
En lo que respecta a las pruebas rápidas de diagnóstico, éstas se están realizando en los Centros de Salud de los municipios de Brus Laguna, Puerto Lempira, Juan Francisco Bulnes, Villeda Morales, Ahuas[3] y Wampusirpi. En el caso de las mujeres embarazadas, las pruebas son gratuitas, pero otros -según reportaron los/las usuarios/as- deben pagar 40 lempiras (US$2). Este cobro, según les explican a los/las usuarios/as, es utilizado para la compra de insumos de laboratorio.
MISQUITOS EN ESPERA DE LA ATENCIÓN EN LA CAPITAL
La Casa Renacer, ubicada en Tegucigalpa, creada con el fin de brindar un hogar temporal a las personas VIH positivas que viajan del interior del país y requieren asistir a sus citas médicas, se ha convertido hoy en el refugio de los misquitos. En la actualidad, alberga alrededor de siete personas, quienes fueron rescatados por el mismo centro, ya que se encontraban en condiciones de salud críticas.
Pedro[4] es uno de ellos. Viajó hace seis meses a Tegucigalpa en busca de ayuda médica, fue recibido en el Hospital del Tórax y tratado con amfotericina –antibiótico de uso delicado, utilizado para casos graves de hongos que pueden causar la muerte. La noticia de la apertura de un CAI en Puerto Lempira motivó a Pedro a solicitar su reubicación, la cual fue otorgada por el Hospital de El Tórax. En un termo con hielo trasladó el medicamento que debía ponérselo por vía intravenosa durante tres meses. Sin embargo, la amfotericina no pudo ser administrada por los médicos del centro hospitalario de Puerto Lempira por no contar con el adiestramiento requerido para ello.
Regresó a Tegucigalpa el 11 de enero, sin haber utilizado el medicamento, el cual se echó a perder. Pedro se encuentra en la actualidad en la Casa Renacer, en donde aguarda pacientemente sus consultas para retirar sus ARV y poder concluir su tratamiento.
LA PREVENCIÓN, UNA FUENTE DE SALUD
En el departamento de Gracias a Dios, como en todo el país, no existe una campaña sistemática de prevención que provoque un cambio de comportamiento en la población. Aun cuando varios estudios han reportado que, alrededor del 90% de la población conoce sobre la infección, no se han obtenido cambios sustanciales en lo que respecta a los comportamientos de riesgo.
A pesar de que en La Mosquitia la Secretaría de Salud ha capacitado promotores de salud, lo cierto es que sus acciones no se extienden más allá de la zona donde habitan, en tanto que no cuentan con recursos para movilizarse al interior del departamento.
CONSECUENCIAS
La ausencia de atención en VIH y SIDA está matando lentamente a los misquitos que no cuentan con recursos para movilizarse a otros departamentos y ser atendidos; y los que logran trasladarse, lo hacen empobreciéndose aun más. El abandono en el que se encuentra La Mosquitia por parte del Estado no permite que se visibilice la gravedad del problema, en tanto que los muertos no son contabilizados.
Por otro lado, la descoordinación de las autoridades de Salud no ha permitido potenciar los recursos que existen en los diferentes centros de salud y hospitales del país. Dado que La Mosquitia no cuenta con el recurso humano para realizar pruebas de CD4, se requiere en forma inmediata establecer acciones de coordinación tanto con la Fuerza Aérea como Naval, para movilizar oportunamente las muestras de sangre a los centros de diagnóstico.
La Secretaría de Salud debe promover convenios de cooperación con médicos voluntarios de países amigos, vigilar el movimiento del personal hospitalario asignado al CAI y asignar mayor presupuesto a la zona de Gracias a Dios, de tal manera que La Mosquitia cuente con atención integral en VIH y SIDA y el acceso universal a Tratamiento Antirretroviral. Sabemos que la voluntad política puede salvar vidas.
*Agua Buena Pro Defensa de los Derechos Humanos
www.aguabuena.org
Richard Stern
rastern@racsa.co.cr
(506) 2280 3548
Lídice López Tocón
lidilt@hotmail.com
(502) 5455 4078
Irina Bandé Donaire
aguabuenahn@yahoo.com
(504) 9932 1011
[1] El texto puede ser traducido o reproducido parcial o totalmente, citando la fuente: Agua Buena Pro Defensa de los Derechos Humanos. Costa Rica. Disponible en www.aguabuena.org
[2] Por razones de protección de la confidencialidad, los nombres fueron cambiados
[3] Las pruebas en este municipio son realizadas por una clínica privada.
[4] Por razones de protección de la confidencialidad, los nombres fueron cambiados
